Un Cortometraje Documental

Hace 24 años Juana Luz Tobar Ortega llegó a los Estados Unidos desde Guatemala buscando asilo. Por los últimos seis años, Juana ha vivido en Carolina del Norte. Cada año, Juana visita las Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) para su chequeo anual lo que le ha permitido suspender su orden de deportación. Sin embargo, en Abril del 2017, la Oficina de Inmigración le informo, sin previo aviso, que tenía 30 días para salir del país o iba a ser deportada.

En el 2017, las deportaciones en contra de personas sin antecedentes penales han incrementado. La deportación es un proceso devastador, uno que separa a las madres como Juana del sustento que le da a su familia y a su comunidad. Pero aún en estos casos, la deportación no es la única opción. Juana se rehusó a ser deportada, a dejar el país en el cual ha vivido por más de dos décadas y dejar a sus cuatro hijos y dos nietas de 9 años. En vez, en Mayo del 2017, Juana decidió refugiarse en una iglesia que no conocía pero que le ofrecía santuario. La Iglesia Episcopal San Barnabas en Greensboro, Carolina del Norte le abrió las puertas y la invitó a ser parte de su congregación.

Estar refugiada en un santuario significa que ICE no puede entrar a ese lugar pero también que Juana no puede dejar la iglesia ni para trabajar ni para ver a su familia. Ella está completamente restringida a quedarse dentro del local de la iglesia. Mientras más tiempo pasa, y los gobernantes siguen ignorando las solicitudes y súplicas de su familia, el ánimo de Juana decae . Pero aún así, ella continúa confiando en su fé. Juana es una mujer paciente y ella confía que Dios responderá sus oraciones.

Este panorama de inmigración lleno de incertidumbres puede dividir a la gente ó servir como la posibilidad para que la comunidad se una en medio de estas circunstancias. SANTUARIO es un cortometraje documental que nos muestra la batalla de una familia para no separarse, su fe radical y el verdadero significado del ser parte de la iglesia.